En toda práctica deportiva, ejercicio físico, técnica de rehabilitación o de reeducación postural se aconsejan los estiramientos para mantener el correcto estado de la musculatura y las articulaciones.
En numerosas ocasiones, se abandona esta idea ante la necesidad estética de conseguir lo antes posible unos músculos voluminosos y «potentes», cayendo en el error del entrenamiento de la contracción muscular concéntrica (como única forma de muscular) lo que conlleva la compresión articular.
Para que un músculo esté sano debe tener la capacidad natural de contraerse y estirarse por completo. Si esto no es así la articulación tampoco está sana, puesto que las fibras musculares acortadas limitan su movilidad.
Si un músculo tiene una capacidad de contracción – elastificación determinada, y aumentamos una (contracción) en detrimento de la otra (elastificación) es la articulación la que soporta la compensación apareciendo a la larga la lesión por compresión (meniscopatias) o sobrecarga de los tendones en los movimientos repetitivos (tendinitis)
La contracción muscular completa (de los músculos agonistas) depende de la flexibilidad de los músculos contrarios (antagonistas). El entrenamiento de la fuerza para conseguir volúmen sin tener en cuenta el entrenamiento de la flexibilidad, limita a la larga el mantenimiento de la contracción máxima muscular.
El método Pilates te ofrece fortalecer y elastificar toda la musculatura, no sólo por los estiramientos específicos sino por la importancia que se le da a la contracción excéntrica (trabajo de la fuerza muscular en alargamiento) y la alternancia en los ejercicios, trabajando la globalidad del cuerpo.
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